Wednesday, December 21, 2005

Un Nuevo Par de Guantes


Anoche mi chiquito me regaló un nuevo par de guantes de cuero, largos hasta los hombros... Le ordené fríamente que me los colocara, aunque en mi interior me sentía llena de felicidad y excitación por estrenarlos...



El muy descarado me rogó entonces, sin atreverse a mirarme, que lo acariciara con ellos... Encendí un cigarrillo y sonriendo cruelmente le expliqué que en realidad pensaba estrenarlos con un nuevo chiquito que había conocido ayer. Estalló en llanto, desconsolado, y mientras me regodeaba observándolo, le ordené que utilizara sus lagrimitas para lustrar mis botas nuevas, ya que debía salir en media hora... Mientras tanto obligué a mi sirvienta Inge que lo azotara; su insolencia no podía quedar sin castigo...

El recuerdo de su rostro lleno de lagrimitas me excitó casi tanto como manosear a ese chiquito que muy pronto estaría bajo mis pies...


Mi nuevo chiquito era inocente, tierno e indefenso como un bebé, así que por supuesto me lo llevé a mi jardín privado para aprovecharme de él. Me lo RE COGÍ mientras le PEGABA CON TODAS MIS FUERZAS en la colita (adoré sus esfuerzos conmovedores para no emitir ni una queja, que él suponía que me molestaría), hasta dejarlo completamente agotado... Cuando me aburrí de abusar de él tenía un poco de hambre, así que lo devoré...


Me sentía tan satisfecha con mi crueldad que volví a casa con la intención de agradecerle por el buen rato al chiquito que me había regalado los guantes... Pansaba atarlo y darle unas nalgadas con su propio cinturón mientras le daba de comer en la boquita... Pero lo vi tan chiquito... Mmmmhhh... Tan suave, tan indefenso... Y contemplé mi poderoso e increíblemente hermoso cuerpo, tan sensual, enfundado en mi perverso atuendo de cuero negro... Que... Mmmhhhh...

Me dije ¡pero qué ingenua soy! ¿Qué debo agradecerle si soy su Reina y lo tengo completamente dominado? Así que, furiosa, lo pisoteé cruelmente, contándole todo lo que había hecho con su regalito, explicándole lo insignificante que era para mí y que estaba en mi Poder para hacerlo sufrir, que nadie lo salvaría de mis crueles tacos ya que nadie se atrevía a desobedecerme debido a mi increíble belleza y dominio, hasta hacerlo agonizar de dolor y celos...

Por supuesto, no sobrevivió... Fue un hermoso final para una velada maravillosa...