Friday, June 09, 2006

Un Visón Nuevo (II)


(Tardamos un rato en salir... En primer lugar porque cuando me dispongo a maquillarme me veo tan increíblemente hermosa que me quedo embelesada, pintándome los labios voluptuosamente, regodeándome ante la perfección de mi rostro y la sensualidad cruel de mis labios.... Mmmmhhhh...

...y en segundo lugar porque te resistes a que te coloque el collar, y me obligas a regañarte)

¡NO ME HAGAS ENOJAR! ¡QUÉDATE QUIETO!

(Sollozas en silencio pero me obedeces, y te lo coloco con fastidio y con algo de violencia, apretándotelo – no del todo sin querer – un par de agujeritos más de lo habitual... Con miedo, pero también dolorido, me suplicas, lloriqueando que no puedes respirar...)





¿Y ahora qué te pasa? ¿Acaso no puedes aguantarte? ¡Cielos, no eres más que un bebé llorón!

(Te lo aflojo y termino de ajustártelo – aunque me las arreglo para dejártelo un agujerito más apretado que lo acostumbrado, y me has hecho enojar tanto que culmino tu “arreglo” con una bofetada)

Vamos antes de que me arrepienta, chiquito....

(Viajamos en el auto en silencio.Te acaricio la nuca mientras fumo sensualmente, mirándote de reojo, pensando nuevas formas de lastimarte.. Tú te estremeces, sabiendo lo que pienso pero también completamente desesperado porque no tienes la menor idea de cómo vas a conseguirme el tapado –cosa que por supuesto me tiene sin cuidado! -, aterrado por mi posible reacción, pero también angustiado y triste por la idea de no poder complacerme... Mmmmmhhhh... Verte así no hace más que hacerme sentir cosquillitas de placer...

(...al rato me aburro y mientras vuelvo a retocarme los labios te acuesto sobre tus espaldas y me siento sobre tu boca, envolviéndote con mi vestido de cuero, restregándome violentamente mientras tu lengüita hace lo que tiene que hacer....Mmmmmhhhh... Llego al clímax tres veces y luego vuelvo al asiento, sin siquiera mirarte, dedicándome a contemplar la perefección de mi maquillaje... Tú estás agotado, pero haberme dado placer te trae algo de paz. No será por mucho tiempo, mi amor... Yo me encargaré de ello...

(Bajamos del auto. Me detengo un segundo para ajustarme los guantes y entramos a la boutique. El dueño de la tienda, un chiquito mío, aunque no te lo he dicho, se acerca desesperado... Hace meses que no le presto atención y me mira con ojos arrobados y suplicantes. Sonrío altivamente y le ofezco mi mano, que besa con adoración. Luego me ruega que me siente. Mi chiquito se coloca a mi lado)

Mi chiquito es un sol y está entusiasmadísimo por comprarme ese tapado DIVINO de visón negro que está en la vidriera... Y, mmmmhhh, tiene muchas ganas de vérmelo puesto... Siempre me regala cosas lindas para que me ponga... Hoy me trajo estos guantes... (vuelvo a ajustármelos, echándoles una mirada descarada... Mis dos chiquitos se ruborizan instantáneamente, porque tienen muy presentes las cosas que hago con ellos... Me encanta verlos avergonzados) Así que, mmmmhhhh... ¿Se podrá hacer algo?

(El chiquito de la boutique asiente como un perrito, y como no quiere apartar su vista ni un segundo de mí llama a su nuevo empleado...


(Quedo embelesada... Es un muchachito de no más de veinte años, pero es tan aniñado y menudo que parece de trece... Su carita es redonda y su nariz es respingada como la de un bebé... Mi perverso instinto maternal se dispara: es tan indefenso, se lo ve tan desprotegido que no sé si adoptarlo O DESPEDAZARLO A ARAÑAZOS... Mmmmhhh, ¿a quién quiero engañar? Pero una cosa es segura... No me iré de aquí sin abusar de él... El chiquito dueño de la tienda está por pedirle que me traiga el tapado, pero por supuesto, la única que da las órdenes aquí soy yo)

Mmmmhhh, hola, bebé... (exhalo el humo entre mis labios entreabiertos) Sé bueno y trae el visón de la vidriera...

(Me relamo mirándole el culito cuando se aleja, feliz de haberle dado mi primer orden. El bebé trae el tapado y me enfundo en él... Por supuesto, me va perfecto.La piel, aromática y brillante, sigue las líneas vertiginosas de mi figura en lugar de esconderlas, abultándose en la zona de mis senos y ajustándose en mi cinturita. Me miro al espejo feliz, y los tres chiquitos me rodean boquiabiertos ante mi belleza, sin aliento, con la impresión de estar ante una Diosa sobrenatural y malvada.)
Divino.Lo llevo. Págale, mi amor...

(Mi chiquito suda. Intenta explicarle su situación al dueño de la tienda, pero tartamudea tanto y me tiene tanto miedo que lo que dice es incomprensible... Y por si le hiciera falta más inquietud, rodeo con mis brazos al bebé)

Mientras tienes esa charla yo teno que hablar con él.... Ahora vengo...

(Me alejo con el bebé en dirección a los probadores, y aunque no hace falta porque a esta altura ya es mío, lo arrastro con cierta violencia, como para ponerme a tono... Supongo que los otros dos chiquitos me ven alejarme con cierta angustia, pero por supuesto no me importa en lo más mínimo...)


-Entremos aquí, bebé, mmmmhhhh, tengo que... decirte algo...
-P-pero, q-qué es lo que...
-Mmmmhhh, qué preguntón... (me río) Eres terrible... No seas malo y entra...

(Mientras le digo estas dulces palabras lo empujo dentro del probador con tanta fuerza que se golpea contra el espejo, trastabilla y cae. Yo entro y cierro la puerta detrás mío- El chiquito se levanta, asustado.

(Intenta preguntar algo una vez más pero yo ya estoy apretándomelo salvajemente contra la pared, mordiéndolo y manoseándolo sin la menor delicadeza... Es divino... Aunque su pajarito está erguido y duro, demostrando lo contento que está, es tan inocente que cree que tiene que resistirse... Me encanta, porque me da la oportunidad de abofetearlo -entre beso y mordida - hasta dominarlo por completo. Cuando entiende que no puede hacer nada contra mí, se queda quietito, así que lo doy vuelta, le quito los pantalones y le dejo la colita roja como un tomate, azotándolo con su propio cinturón, porque quiero que le quede bien claro quién manda y porque, mmmhhh... No puedo ver una colita como esa sin estrenarla... Pero su llanto es demasiado fuerte para mí así que TENGO QUE HACERLE EL AMOR, pero como no quiero que me corra el maquillaje ni que se haga ideas raras acerca de su posición, meto mi mano enguantada por entre sus piernas, rozando su agujerito, y paso a manosear su pajarito hasta volverlo loco, mientras le tiro del pelo y le muerdo la orejita, susurrándole de paso las cosas que voy a hacerle y lo indefenso que está en mis manos, hasta convertirlo en un cachorrito poseído de placer y temor... Mmmhhhh...)

Nadie va a ayudarte, ¿sabes, mi bebé? Podría hacerte cualquier cosa porque nadie sería capaz de contradecir a una mujer tan hermosa, rica y distinguida como yo... Ahora tienes tres opciones: ser mi juguete, mi sirviente o... Mmmhhh... Que te arranque la piel para hacerme un par de guantes nuevos... ¿Te gustaría eso? Así estaríamos siempre juntos... ¡O por lo menos hasta que me compre guantes nuevos! (La idea me excita tanto que le doy diez violentas nalgadas sin parar... Escucho encantada su llanto de bebé, aunque estoy casi segura de que llora de alegría y amor...)


(Lo mejor de golpear a este chiquito en el probador es que al mismo tiempo puedo ver lo hermosa que estoy en el espejo...Estoy tan elegante y sexy, tan superior, tan perfecta, que me permito liberar toda la crueldad de la que soy capaz... De superar todos mis límites... Así que el chiquito, sin poder hacer nada, recibe una lluvia de bofetadas y taconazos tan violenta que grita y llora desesperado, arrinconado contra el piso...Yo me limito a reir con sensualidad y a retocarme el maquillaje y el peinado mientras le clavo los tacones en la carita por centésima vez...)


¿No te gusta, chiquito? ¿Acaso la caricia de mis tacos no es un éxtasis para tu pielcita de bebé? ¡Sabés muy bien que es un privilegio ser lastimado por una mujer tan distinguida como yo! ¡Así que no quiero oir llantitos ni quejas (le miento, mientras mis oídos son acariciados por sus sollozos de miedo)!



(Lo agarro del pelo, salvajemente, y lo obligo a que mire mi rostro poseído por la crueldad, mis dientes perfectos y blancos apretados, y mis ojos violeta echando llamas...)


Y ese privilegio lo tienes que pagar, mi chiquito... No es justo que una mujer tan rica y elegante como yo y un chiquito tan insignificante y feo como tú esten al mismo nivel... Voy a pisotearte hasta colocarte lo más abajo posible de mí... Para que las cosas estén niveladas... ¿No te parece?


(El chiquito, muy obediente, hipa, suspira, y se acurruca contra el piso, ofreciéndome su magullado cuerpecito para que lo destroce... ¡Y entonces lo pisoteo con toda la furia de la que soy capaz, destruyèndolo en mil pedazos, mientras gimo de placer y fumo sensualmente! Cuando no es más que un montoncito de polvo, clavo mis tacones en su alma, hasta impregnar su vértice completamente... Ahora el pobrecito vivirá por siempre bajo la afilada punta de mis tacos. Cada paso mío, cada sensual taconeo, será para él una agonía de dolor y amor. Mientras se siente atravesado de lado a lado por el acero de mis botas, será consciente de que su Reina está muy por encima de él, muy lejos, pero ocupándose de lastimarlo sin el menor esfuerzo, sin dignarse a mirarlo ni a pensar en él. Jamás podrá tocarme, y sin embargo no podrá separarse de mí un segundo... Mmmhhhh... En resumen, la relación más perfecta con un amante que podría imaginar!)


(Continuará)


0 Comments:

Post a Comment

<< Home